sábado, 30 de enero de 2010

Ocio y riesgos de los jóvenes madrileños

NOTA DE PRENSA

Según la investigación “Ocio y riesgos de los jóvenes madrileños” realizada por la FAD, Obra Social Caja Madrid y el Instituto de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid

Al 81% de los jóvenes madrileños les compensa salir de marcha toda la noche

• “Ocio (y riesgos) de los jóvenes madrileños” presenta una visión completa de los comportamientos de riesgo y el tiempo de ocio de los jóvenes madrileños (15-24 años).

• Un 76% de los jóvenes madrileños defiende la noche como aventura y señala que lo que le gusta es precisamente no saber qué va a pasar.

• El 25,9 de los jóvenes madrileños tuvo relaciones sexuales en el último año (con pareja no habitual) sin preservativo; el 69,1% se emborrachó y el 45,4% viajó con un conductor bebido o drogado.

(Madrid, 27 de enero de 2010).- Más del 80% de los jóvenes madrileños de 15 a 24 años centran su forma de ocio en la marcha nocturna y afirman que les compensa salir toda la noche, a pesar de los riesgos (embriaguez, peleas, relaciones sexuales sin protección, etc.) que puede implicar. Ésta es una de las principales conclusiones del estudio “Ocio y riesgos de los jóvenes madrileños” realizado por la FAD, Obra Social Caja Madrid y el Instituto de Adicciones del Ayuntamiento de Madrid que esta mañana se ha presentado en Madrid.

El objetivo de la investigación –realizada través de 1.200 entrevistas domiciliarias y 11 grupos de discusión- es analizar las formas de ocio y los riesgos que viven en esos espacios/tiempos de ocio los jóvenes madrileños de 15 a 24 años. El estudio también analiza las actitudes de los padres/madres ante los comportamientos de sus hijos.

Según los datos del estudio, un 76% de los jóvenes madrileños defiende la noche como aventura y señala que lo que le gusta es precisamente no saber qué va a pasar. Algunos menos (69,5%) desplazan la vivencia del riesgo, entendiendo que en cualquier caso el grupo les va a proteger, o se plantean posturas de clara defensa del descontrol (un 64% asegura que desfasar es divertido, otro 56% cree que la prudencia arruina la diversión o que finalmente no va a pasar nada). Algunos menos (34%) defienden una postura tan radical como la de que “el preservativo me corta el rollo”, mientras que casi los mismos (un 33%) son los que están en ciertos niveles de acuerdo con que para no meterse en líos es preferible no salir de casa.

SALIR DE MARCHA, ACTIVIDAD VERTEBRADORA DEL OCIO JUVENIL
En el estudio queda fuera de toda duda la trascendencia del tiempo de ocio para los jóvenes, como espacio para la experimentación, como fractura en la rutina cotidiana, como instrumento esencial en la búsqueda de una identidad personal y grupal, incluso como oportunidad de ejercicio de los tópicos que la sociedad adulta espera del joven.

Su tiempo de ocio lo identifican exclusivamente con “salir de marcha”. El resto de actividades es tiempo libre. Los jóvenes se comportan así porque se supone que las cosas son así, así se espera que sean, y las actitudes y comportamientos individuales
aspiran a ser sintónicos con el clima general. El ocio se mueve en contextos de riesgo, muchos de sus componentes son arriesgados por sí mismos, pero los jóvenes asumen que hay que convivir con ellos.

Para los jóvenes es irrenunciable la fiesta, ejemplificada sobre todo y ante todo en las noches del fin de semana. Así, el ocio-fiesta se convierte en la actividad principal; se argumentan muchos motivos por los cuales es muy difícil o imposible para el joven enfrentar actividades alternativas, pero la realidad última es que sólo en este tipo de conducta se da la base para las relaciones sociales y para la experimentación de emociones (sea por consumos, sea por comportamientos) que el joven demanda como principal activo. La relación con el grupo es uno de los elementos que más motiva a los jóvenes y que les aporta mayor emoción; la posibilidad de salir y relacionarse, la experimentación de las búsquedas y los encuentros sexuales, compartir historias, anécdotas y aventuras, hablar e interactuar con los amigos, ampliar la base de conocidos para extender lo más posible el círculo relacional, son el sustento, el objetivo y la estrategia de cualquier actividad de ocio joven en el fin de semana. Y el amparo de la noche es fundamental, porque es el territorio por excelencia de lo desconocido.

FRECUENCIA DE COMPORTAMIENTOS DE RIESGO
Es importante señalar como algo muy significativo el bajo rango de gravedad (grupos amplios le quitan importancia) que se otorga a la embriaguez o al hecho de tener relaciones sexuales estando bebido, circunstancias claramente relacionadas Y que
resultan ampliamente normalizadas: El 25,9 de los jóvenes madrileños ha tenido relaciones sexuales en el último año (con pareja no habitual) sin preservativo; el 69,1% se ha emborrachado y el 45,4% ha viajado con un conductor bebido o drogado.

Un 10% cree en términos absolutos que hay que probar las drogas, el 15% apuesta por que consumir drogas es cosa de jóvenes, más o menos el mismo porcentaje encuentra emocionante la velocidad, y entre el 18 y 25% entiende que el riesgo de las relaciones sexuales es sólo para las chicas, que se exagera mucho y que en algunos casos no se necesita en absoluto ningún tipo de protección.

Nota de prensa original

FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadiccón)


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lunes, 18 de enero de 2010

Evolución de los cambios en el peso corporal según hábito tabáquico: análisis longitudinal de la cohorte SUN

introducción y objetivos. El objetivo de este estudio es evaluar prospectivamente la asociación de dos factores de riesgo cardiovascular, el hábito tabáquico y la ganancia de peso.

Métodos. Se evaluó prospectivamente a 7.565 participantes de una cohorte dinámica durante una mediana de seguimiento de 50 meses. El peso y la actividad física declarados fueron validados previamente. Como referencia se usó a los nunca fumadores, y se calcularon diferencias ajustadas de ganancia media de peso para diferentes exposiciones al tabaco

resultados. Tras ajustar por edad, índice de masa corporal inicial, sedentarismo, cambios de actividad física, ingesta energética y de fibra, comidas entre horas, consumo de refrescos, de comida rápida y de alcohol, los participantes que dejaron de fumar durante el seguimiento presentaron una mayor ganancia relativa de peso: varones, +1,63 (intervalo de confianza [IC] del 95%, 1,07- 2,19) kg; mujeres, +1,51 (IC del 95%, 1,11-1,91) kg.

conclusiones. Los participantes que dejaron de fumar durante el seguimiento y los fumadores activos experimentaron mayores ganancias de peso que los nunca fumadores. La asociación de estos dos factores de riesgo cardiovascular debe ser tenida en cuenta en los programas de prevención.


INTRODUCCIÓN
El tabaquismo es, tras la hipertensión arterial, el segundo factor de riesgo general que más mortalidad causa en el mundo. Se estima que alrededor de 1.250 millones de personas fuman en el mundo.

En España unas 150 personas mueren cada día a causa del tabaquismo. Así como la mortalidad atribuible al tabaco ha comenzado a descender ligeramente debido a una reducción en la prevalencia de tabaquismo, la prevalencia de obesidad ha aumentado en España.

Desafortunadamente, la asociación de sobrepeso y tabaquismo es especialmente perjudicial para la salud cardiovascular. Según el estudio de Framingham, la esperanza de vida de fumadores obesos era al menos 13 años menor que la de personas no fumadoras con peso normal.

El abandono del hábito tabáquico se ha relacionado con una disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares y de cáncer. Sin embargo, la ganancia de peso tras dejar de fumar es con frecuencia una razón para no abandonar el
tabaquismo, especialmente entre mujeres.

Ésta es una importante asociación que cada vez es más conocida por la población y se ha de afrontar en la práctica clínica al realizar prevención cardiovascular. La mayoría de los trabajos que la han estudiado han observado que, efectivamente, se da un incremento del peso tras dejar de fumar; sin embargo, entre ellos hay variaciones en la ganancias de peso encontradas. Por otro lado, pese a ser de gran importancia, son menos conocidos otros efectos del tabaco en el peso corporal, como es el caso de los
fumadores activos o de personas que han fumado en el pasado.

En España, las valoraciones longitudinales, con seguimiento a largo plazo, que han estudiado la asociación entre estos dos importantes factores de riesgo cardiovascular son escasas. El objetivo de nuestro estudio es evaluar longitudinalmente la ganancia de peso en los participantes de una cohorte española, la cohorte SUN (Seguimiento Universidad de Navarra), y su asociación con el hábito tabáquico.

MÉTODOS
Población a estudio
El estudio SUN es una cohorte prospectiva dinámica diseñada para evaluar el papel de la dieta, el tabaquismo y otras exposiciones sobre la aparición de diversas enfermedades crónicas, con especial interés en la salud cardiovascular. El presente trabajo se encuentra enmarcado dentro del desarrollo de este objetivo principal. Los objetivos y métodos del estudio SUN han sido objeto de publicaciones específicas. Tras contestar un extenso cuestionario inicial (C_0), se envía a todos los participantes un cuestionario de seguimiento cada 2 años. La inclusión de participantes, todos ellos graduados universitarios, comenzó en 1999 y está permanentemente abierta (reclutamiento continuo), dado que el estudio se diseñó como una cohorte dinámica.
Hasta febrero de 2008, el proyecto SUN incluía a 19.037 participantes que habían completado el cuestionario basal (C_0).

Aproximadamente, la proporción de personas que aceptaron participar en el estudio fue de un 20-25%14. Todos los participantes que contestaron el cuestionario basal antes de junio de 2003 (n = 11.707) fueron candidatos para este análisis. De ellos, retuvimos a 9.294 (79,4%) que habían contestado adecuadamente el cuestionario a 4 años (C_4), cuya mediana de seguimiento en la cohorte fue de 50 meses. La tasa de retención para los análisis del presente estudio, con seguimiento sólo a 4 años (79,4%) es inferior a la tasa general de retención del proyecto SUN (> 90%), ya que el cuestionario a 4 años es el más
largo de todos los empleados para el seguimiento, lo que reduce la respuesta de los participantes.

Los participantes seguidos en la cohorte eran con menor frecuencia fumadores activos, más frecuentemente estaban casados, tenían un índice de masa corporal (IMC) inferior y eran de más edad15. Siguiendo las recomendaciones para realizar análisis en epidemiología nutricional16, los participantes con una ingesta calórica total extrema (< 800 kcal/día
para los varones, < 500 kcal/día para las mujeres o > 4.000 kcal/día para los varones, > 3.500 kcal/día para las mujeres) fueron excluidos (n = 942). De los 8.352 participantes restantes, se excluyó a 278 mujeres por estar embarazadas en el momento de completar C_0 o C_4. Otros 62 participantes fueron excluidos por tener valores extremos para el IMC
basal o para el cambio de IMC durante el seguimiento. Consideramos valores extremos aquellos cuyos valores estaban separados > 3 veces el intervalo intercuartílico del percentil 25 o del percentil 75 para los valores de IMC basal o para el cambio de IMC. Finalmente, se excluyó a 324 participantes de quienes faltaban datos de variables sobre tabaquismo o que tenían respuestas incongruentes (fumador en C_0 y nunca fumador en C_4 o nunca fumador en C_0 y ex fumador en C_4). En total,
se incluyeron los datos de 7.565 participantes en el análisis.

Informe Completo

Revista Española de Cardiología


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lunes, 11 de enero de 2010

Ayudas económicas a entidades privadas sin fines de lucro y de ámbito estatal

· Orden SAS/3494/2009, de 14 de diciembre, por la que se publica las ayudas económicas a entidades privadas sin fines de lucro y de ámbito estatal, con cargo al Fondo de Bienes Decomisados por Tráfico de Drogas y otros delitos relacionados, en aplicación de la Ley 17/2003, de 29 de mayo


En cumplimiento de lo dispuesto en la Orden SAS/2497/2009, de 1 de septiembre, por la que se convocaron las ayudas económicas en el año 2009, con cargo a la aplicación presupuestaria 26.14-231A-482, y de acuerdo con la disposición octava de dicha Orden, procede la publicación en el «Boletín Oficial del Estado» de las subvenciones que se relacionan en anexo y que fueron aprobadas con fecha 27 de noviembre de 2009.

Madrid, 14 de diciembre de 2009.–La Ministra de Sanidad y Política Social, P.D. (Orden SAS/1969/2009, de 15 de julio), la Delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya García.

(BOE núm. 312, de 28 de diciembre de 2009)



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Ayudas económicas a Corporaciones Locales

· Orden SAS/3600/2009, de 18 de diciembre, por la que se publican las ayudas económicas a Corporaciones Locales en 2009, para el desarrollo de programas de prevención de las drogodependencias con cargo al Fondo de Bienes decomisados por tráfico de drogas y otros delitos relacionados


En cumplimiento de lo dispuesto en la Orden SAS/2701/2009, de 30 de septiembre, por la que se convocaron las ayudas económicas en el año 2009, con cargo a la aplicación presupuestaria 26.14-231A-462, y de acuerdo con el artículo siete de dicha Orden, procede la publicación en el Boletín Oficial del Estado de las subvenciones que se relacionan en Anexo y que fueron aprobadas con fecha 1 de diciembre de 2009.

Madrid, 18 de diciembre de 2009.–La Ministra de Sanidad y Política Social, P. D. (Orden SAS/1969/2009, de 15 de julio), la Delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya García.

(BOE núm. 4, de 5 de enero de 2010)



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domingo, 10 de enero de 2010

Estrategias cognitivo-conductuales para el manejo delcraving

En el presente trabajo se revisaron los aspectos generales del craving y se destacó su importancia para la adherencia al tratamiento en adicciones. De igual manera se revisaron las diferentes estrategias cognitivo-conductuales para el manejo del craving, las cuales incluían: detención del pensamiento, técnicas de distracción, control y programación de actividades, entrenamiento en relajación, técnicas de imaginación, de sensibilización sistemática, auto instrucciones y discusión de ideas irracionales. Esto se logró revisando la bibliografía pertinente. Se concluyó que cumplió con el objetivo de informar y contribuir al conocimiento del psicólogo.

Introducción
El manejo del craving es una situación determinante para la adherencia al tratamiento de las personas fármacodependientes, puesto que es el factor más importante de abandono terapéutico. Los pensamientos, sentimientos y conductas que se presentan
durante el periodo de abstinencia pueden lograr, por su intensidad y su naturaleza, que el paciente deje el tratamiento y reincida dado el poder que éste ejerce sobre la persona, incluso, después de varios años de abstinencia. Por lo tanto el craving significa un problema muy difícil para las personas que presentan abuso de sustancias. De igual manera no resta de importancia clínica.

El DSM IV, menciona que el cravingse observa con frecuencia (quizá en todos) en los pacientes fármaco dependientes, a la vez que describe como una “necesidad irresistible de consumo” (APA, 1994, pag. 182). Esa necesidad tiende a la realización de la
misma, que se alcanza con la consumación por medio de un acto consumatorio. “Los cravingy los impulsos por el consumo tienden a ser automáticos y llegar a ser <>, es decir, pueden continuar incluso aunque la persona intente suprimirlos, no se suprimen con facilidad” (Sánchez 2002). Por lo anterior se destaca la relevancia de este documento, dado
que su abordaje es de inminente importancia para el tratamiento del sujeto fármacodependiente, en donde el psicólogo debe conocer las estrategias que le competen para el mismo integrarse dentro de un equipo multidisciplinario y brindar un servicio de alta calidad al paciente para contribuir a su recuperación y rehabilitación.

De esta manera, se pretende que el presente trabajo sirva como una guía sobre las estrategias para el manejo del craving, las cuales son, por elección, cognitivo conductuales así como contribuir al conocimiento del lector. Para este efecto se revisa-
rán los aspectos relevantes para este manejo. El cravinges un deseo (o necesidad psicológica) intenso e irrefrenable que conduce al individuo a abandonar la abstinencia. Beck y cols. (1999) identifican cuatro tipos de craving, que se enumeran a continuación:

1. Respuesta a los síntomas de la abstinencia:
Cuando sucede la disminución del grado de satisfacción que encuentran en el uso de la droga, pero el incremen-
to de sensación de malestar interno cuando deja de tomar la droga.

2. Respuesta a la falta de placer:
Cuando sucede el aburrimiento o no tengan habilidades para encontrar formas prosociales de divertirse, por lo cual desea
mejorar su estado de ánimo "automedicandose"

3. Respuesta "condicionada" a las señales asociadas con drogas:
Cuando los pacientes asocian estímulos neutros (una esquina determinada de una calle, un número telefónico, un nombre, etc.) condicionados por una intensa recompensa obtenida de la utilización de drogas que inducen un craving automático.

4. Respuesta a los deseos hedónicos:
Cuando el paciente combina una experiencia natural placentera con el uso de drogas (por ejemplo, cuando combina el
sexo y drogas) que hace que se asocien, desarrollando un inicio de cravingal realizar la actividad natural sin el uso de drogas por que el placer experimentado de estas experiencias no es comparable cuando se combina con la droga.

Es importante señalar que el manejo multidisciplinario profesional es vital para la efectividad del tratamiento. En función del manejo psicológico de las fármaco dependencias, es decir, excluyendo las estrategias farmacológicas usadas en psiquiatría, las técnicas cognitivo conductuales son las de elección dado que se ha comprobado que son superiores a los otros métodos psicoterapéuticos.

“La literatura existente confirma la efectividad de las intervenciones de corte cognitivo-conductual en el tratamiento de las drogas en general combinados con el tratamiento médico.”(Sánchez y cols., 2002b, pag. 9) Avila (2002) menciona que entre los tratamientos psicológicos más eficaces se encontraron como principales las terapias cognitivas. Así mismo encontró que las
menos eficaces son las psicoanalíticas, psicoterapia general y terapia familiar. Otro beneficio de las estrategias cognitivo conductuales, es que “con ellas el sujeto se siente mayormente comprometido con su abstinencia que con otras.” (Shine, 2000, pag. 1)

El terapeuta debe reconocer y comprender los cravings de su paciente, sus tipos, sus elementos esenciales y su naturaleza, así como empatizar con el mismo para poder determinar la mejor estrategia para este manejo. Para esto es relevante que el sujeto entienda el craving, para lo cual el paciente debe darse cuenta de que “experimentar cierto grado de ansiedad es normal y muy común. Sentir que esta ansiedad no significa que algo está mal o que el paciente realmente desea consumir drogas otra vez.” (NIDA, 1999, citado por CIJ, 1999, pag. 88) De igual manera, debe describir o detectar el craving. Para esto puede ser útil el empleo de autorregistros, así como preguntar ¿Cómo es su craving?, ¿Qué tanto le afecta?, ¿Cuánto tiempo dura? ¿Qué es lo que hace o trata de hacer para manejar el craving?, etc.

Ya identificado el cravingy las emociones y pensamientos asociados (por medio de autorregistros, análisis funcional y la entrevista), se procede, según la elección del terapeuta y la naturaleza del craving, a la aplicación de un programa o estrategia cognitivo-conductual. A continuación se describen algunos:


Informe completo

CAT-barcelona


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