Preámbulo
La aparición en los últimos años de innumerables evidencias científicas, diversos instrumentos de evaluación y apoyo en el diagnóstico, fármacos y distintas modalidades de psicoterapias dirigidas al tratamiento de la adicción a la cocaína, han supuesto un enorme progreso tanto en el conocimiento de dicha trastorno como en la optimización de los resultados de las distintas intervenciones.
Sin embargo, algunas de estas innovaciones no han llegado a ser totalmente conocidas por los profesionales y determinadas evidencias científicas, aunque prometedoras, son solo preliminares y estan pendientes de confirmación por otros estudios futuros. Por todo ello, se hacía necesario recopilar este conocimiento científi co actualizado en una Guía Clínica, que sea de máxima utilidad para los profesionales que trabajan con los problemas relacionados con la adicción a la cocaína.
La Sociedad Científica Española de estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las otras Toxicomanías, que viene trabajando con la problemática de las adiciones desde hace casi 40 años, ha procedido a la recopilación de datos científicos actualizados sobre la detección, diagnóstico y posibles intervenciones terapéuticas efi caces en la adicción a la cocaína, en esta Guía Clínica, la tercera de la colección sobre Guías basadas en la evidencia científica.
Además, tras su redacción inicial, la Guía Clínica ha sido sometida a revisión por parte de profesionales expertos en drogodependencias, los cuales han realizado las anotaciones y correcciones oportunas al texto inicial además de aportar su experiencia y conocimientos en la atención y tratamiento de la dependencia a cocaína y de los problemas derivados de su consumo.
Las eviencias científicas recopiladas ha sido clasifi cadas de acuerdo con los Niveles de Evidencia y los diversos Grados de Recomendación, por lo que se refiere a los procedimientos de detección, diagnóstico e intervención terapéutica, tanto farmacológica como psicológica.
Las recomendaciones que parten de esta Guía Clínica no obligan a los profesionales a proceder de este modo en su práctica clínica convencional. Es decir, no se trata de pautas obligatorias en el procedimiento asistencial de la adicción a la cocaína, sino simplemente de consejos prácticos, basados en evidencias, que tienen el apoyo de una Sociedad Científica Profesional.
El consumo de drogas constituye uno de los problemas más graves de salud en el mundo occidental al que nuestro país no es ajeno.
Los informes del PNSD (Plan Nacional sobre Drogas) en los últimos años subrayan importantes cambios en los patrones de consumo entre los que destacan el incremento de determinadas drogas, principalmente cannabis y psicoestimulantes (cocaína y anfetaminas). La cocaína se ha convertido en la segunda droga ilegal más consumidas en la población general de nuestro país después del cannabis.
Tanto la Encuesta Domiciliaria del año 2003 como la encuesta Escolar en Enseñanza Secundaria de 2004 refl ejan un importante incremento en la prevalencia del consumo de cocaína en polvo (clorhidrato de cocaína) en el periodo 1995-2004.
La encuesta domiciliaria (intervalo 15-64 años) refl eja una evolución en la prevalencia de consumo en los últimos 12 meses desde el 1,8% del año 1995 al 2,7% del 2003. Por grupos de edad y sexo las mayores prevalencias de consumo se encuentran en los hombres de 15-34 años ( 7,5%) y las menores en las mujeres de 35-64 años (0,5% ). Por su parte la encuesta escolar (intervalo 14-18 años) destaca cómo se incrementó la prevalencia anual del consumo de cocaína del 1,8% en 1994 al 7,2% en 2004. En ninguna otra sustancia se ha producido un incremento de esta magnitud en este periodo.
El consumo tiene generalmente un carácter esporádico (el 2,4% la había consumido 1 ó 2 días en los últimos 20 días), con un bajo porcentaje de personas que la consumen de forma habitual (0,2%) (Plan Nacional sobre Drogas, 2004).
Es el llamado consumo recreativo, asociado al tiempo libre y al ocio, en el que los consumidores desarrollan una actividad mas o menos normalizada a lo largo de la semana para llegados el viernes y sábado iniciar una espiral de consumo en la que se entremezclan el alcohol y los estimulantes sin conciencia alguna de problema, jaleados por la moda y los “supuestos” efectos inocuos y no adictivos de estas drogas. Nada mas lejos de la realidad, la cocaína además de producir efectos perniciosos para la salud, posee una importante capacidad adictiva; es decir, “engancha” (véase revisión de estudios en Meana y Barturen, 1993)
Informe completo
Socidrogalcohol
lunes, 30 de noviembre de 2009
Guía Clínica Basada en la Evidencia Científica: COCAÍNA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario