El consumo de drogas constituye un problema de salud pública, entendido este término en su más amplio sentido, para comprender en él no sólo los problemas de carácter estrictamente sanitario sino también los que afectan al bienestar
personal y familiar de los afectados y las consecuencias sociales que conllevan las drogodependencias.
El fenómeno del consumo de drogas está siendo abordado desde esta perspectiva por el Ministerio de Sanidad y Consumo que al comienzo de la legislatura elaboró un Plan de Acción 2005-2008, concebido como un nuevo impulso para avanzar en
el cumplimiento de las metas y objetivos señalados en la Estrategia Nacional sobre Drogas para 2008.
La situación del consumo de drogas, reflejada en, la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) y en la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES), no es muy distinta a la existente en Europa. Las sustancias psicoactivas de consumo más extendido entre la población española son el alcohol, el tabaco, el cannabis y la cocaína. Los principales rasgos que caracterizan esta situación son el policonsumo de sustancias y los consumos recreativos ligados al ocio y a la diversión.
La cocaína en polvo, el clorhidrato de cocaína, es la segunda droga más consumida tanto en España como en Europa. No se trata de un problema nuevo para nuestro país, como no lo es tampoco para los países de nuestro entorno. España ya se encontraba, desde mediados de los años noventa, entre los países europeos con mayor consumo de cocaína. Hoy, la cocaína se ha convertido en una fuente de preocupación importante en España tanto para el sector sanitario como para otros ámbitos sociales.
Los datos de la última Encuesta EDADES 2005, confirman la tendencia al alza en el consumo de cocaína en polvo, que se inició en 1995 y se hizo más acusada a partir de 1999. Entre los españoles de 15 a 64 años de edad, segmento de población que estudia la Encuesta, la prevalencia anual de consumo de cocaína en polvo ha aumentado claramente en los últimos años: desde el 1,6% en 1999, hasta el 3% en 2005. La prevalencia de consumo de crack (cocaína base), sin embargo, ha permanecido estabilizada en cifras muy bajas. La situación entre los estudiantes de enseñanzas secundarias de 14 a 18 años es similar, observándose también una tendencia creciente. La serie de la Encuesta ESTUDES señala que en el periodo 1994-2004, la prevalencia del consumo de cocaína en polvo se multiplicó, entre los escolares, por un factor entre 3,5 y 4, dependiendo del indicador de consumo que se mida, aumento que no se aprecia en ninguna otra sustancia.
En la población de 15 a 64 años, se usa sobre todo cocaína en polvo por vía intranasal o esnifada, siendo raro el uso de crack, al contrario de lo que ocurre en otros países, como en los Estados Unidos o en el Reino Unido, en los que el consumo problemático de crack alcanza niveles importantes. En España, el consumo de cocaína tiene generalmente un carácter esporádico.
La mayoría de los consumidores de cocaína son también consumidores de otras sustancias, fundamentalmente alcohol, tabaco y cannabis, pero también anfetaminas, éxtasis, benzodiazepinas y alucinógenos. Así, según la última Encuesta EDADES, en la población general de 15 a 64 años que había consumido cocaína en los últimos doce meses, un 98,6% había consumido también alcohol, un 85,1% tabaco, un 81,6% cannabis, un 29,6% anfetaminas, un 27,5% éxtasis y un 20,8% alucinógenos.
Informe completo
PNSD (Plan Nacional sobre Drogas)
domingo, 15 de noviembre de 2009
Programa de actuación frente a la cocaína 2007-2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario