miércoles, 7 de octubre de 2009

Consumo de cocaína como desencadenante de hemorragia en un oligoastrociloma

Resumen
El consumo de cocaína ha sido implicado en una serie de efectos sobre el SNC, entre los que destacan los ictus hemorrágicos. Estas hemorragias se producen más frecuentemente en pacientes en que se demuestra patología vascular previa, especialmente aneurismas y malformaciones arteriovenosas (MAV) cerebrales. En nuestra revisión de la literatura, sólo hemos encontrado, hasta el momento, dos casos de hemorragia cerebral inducida por cocaína en que la patología de base haya sido un tumor. Presentamos un nuevo caso de hemorragia cerebral producida pocas horas después del consumo por vía nasal de importantes dosis de cocaína, en el que los estudios preoperatorios así como el estudio anatomopatológico revelaron la existencia de un tumor cerebral como origen de la hemorragia. Consideramos que la cocaína puede ser tomada en cuenta como un nuevo factor precipitarte de hemorragia tumoral.

Informe completo
SciELO (Scientific electronic library online)

Introducción
El consumo de cocaína entre la población española presenta una tendencia ascendente en los últimos años, que cursa paralela a una disminución relativa del consumo de heroína. Según datos del Observatorio Español sobre Drogas, en 1991 solicitaron primeras consultas por problemas relacionados con consumo de cocaína 681 pacientes, mientras que en el año 2000 fueron 5.499, con una edad media de inicio del consumo de 21.5 años. Este aumento del consumo de sustancias psicoactivas está originando una sobrecarga en las urgencias médicas. Según datos del mismo informe, entre las consultas de urgencias originadas por la ingesta de estas sustancias, la cocaína supuso un 27.3% del total en 1996, mientras que en el año 2000 casi la mitad de estas consultas (45.3%) se relacionaban con la ingesta de esta sustancia10. Entre los efectos nocivos que produce este tóxico cabe destacar los accidentes cerebrovasculares (ACV), tanto isquémicos como hemorrágicos. La inducción de una hemorragia cerebral por el consumo de cocaína se produce, en un tanto por ciento elevado, en el contexto de una patología de base, habiéndose identificado frecuentemente aneurismas y malformaciones arteriovenosas cerebrales subyacentes. Oyesiku y cols estimaron que la incidencia de aneurismas en caso de hemorragia subaracnoidea (HSA) relacionada con el consumo de cocaína puede ser hasta del 84.9%11. Después de una búsqueda bibliográfica, sólo hemos encontrado dos casos en los que la patología subyacente a la hemorragia haya sido un tumor. Presentamos un nuevo caso de hemorragia tumoral inducida por consumo de cocaína.

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