Epidemiología de las drogas de abuso

El Grupo de Investigación en Epidemiología de las Drogas de Abuso realiza estudios que permitan conocer la magnitud del problema del consumo de las drogas en la población, así como contribuir al estudio de sus consecuencias y de la adecuación de los tratamientos empleados

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IMIM (Institut Municipal d'Investigació Mèdica)

De esta manera se hacen estudios aplicando varias metodologías estadísticas para estimar la prevalencia (cantidad de personas que consumen en un periodo determinado) y la incidencia (las que han iniciado el consumo en un periodo concreto) del consumo de sustancias en Barcelona y también en todo el Estado.Otros estudios analizan los problemas relacionados o derivados del consumo de estas sustancias, como son la comorbididad (tener algún otro trastorno además del que se estudia, en nuestro caso, los trastornos por uso de sustancias), psiquiátrica o de otra naturaleza, y la mortalidad. También estamos colaborando en estudios que miran de encontrar instrumentos para detectar, en diferentes entornos, trastornos derivados del consumo de sustancias y posibles problemas psiquiátricos asociados.Hemos estudiado también la efectividad de los tratamientos para estos pacientes.

El grupo de investigación en epidemiología de las drogas de abuso es un grupo pequeño que colabora con otros grupos del Programa de Epidemiología y Salud Pública y también con grupos de otros programas, así como con grupos de investigación de otras instituciones. También aporta sus conocimientos sobre epidemiología de las drogas de abuso en diferentes organismos oficiales, nacionales e internacionales, como la Subdirección General de Drogodependencias de la Generalitat de Catalunya, la Delegación “del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas” o l’”European Monitoring Center for Drug and Drug Abuso” EMCDDA. Está integrado dentro del CIBER de Epidemiología y Salud Pública.

Los objetivos del grupo son:

Contribuir al conocimiento de la magnitud y al impacto de este problema de salud por tal de poder orientar las acciones sanitarias adecuadas.
Contribuir a la evaluación de la efectividad de los programas de tratamiento para esta población.
Ayudar a que se pueda disponer de herramientas válidas para detectar problemas por el uso de sustancias y trastornos psiquiátricos, en diferentes poblaciones y contextos.