lunes, 5 de octubre de 2009

Documento de Consenso sobre Genética de las Adicciones de la Sociedad Española de Toxicomanías


El primer borrador del genoma humano fue publicado hace cinco años, en febrero de 2001. Según este proyecto singular, los seres humanos contamos aproximadamente con 30000 genes, 50% de los cuales se expresan en el cerebro. Estos datos constituyen unos de los exponentes principales del enorme desarrollo experimentado por la genética en los últimos años. Tal desarrollo permite que la genética médica se encamine en el momento actual a la tarea de identifi car el componente hereditario de nuestra predisposición a padecer enfermedades.

PDF completo
SISET (Sistema de Información y Gestión del Conocimiento, Formación e Investigación)



Nos encontramos en uno de esos momentos clave del avance científico en el que la descripción de un nuevo ámbito de nuestro medio interno inaugura una larga lista de nuevas líneas de investigación de tipo fi siológico o terapéutico. Si la descripción del genoma humano es ya una realidad, ahora se espera conocer mejor cómo funciona este complejo entramado molecular.

Tal esfuerzo nos permitirá seguramente describir el proteoma y ampliar de forma espectacular nuestro arsenal terapéutico.

Una situación como la que se describe es muy probable que produzca muchos cambios en nuestra manera de entender las enfermedades. Existen motivos para pensar que estos cambios afectarán muy especialmente a nuestro entendimiento de las adicciones. En estos trastornos la interacción entre la herencia y el ambiente tiene una importancia singular. Si se identificasen los factores genéticos implicados en la etiología de las adicciones, los clínicos deberán acometer una ardua labor de puesta al día. Ante la plétora de nuevos términos, nuevas técnicas y nuevas alternativas terapéuticas que se utilizan o ensayan en los estudios de investigación sólo cabe ponerse en marcha para el momento en que ya esté disponible la aplicación práctica. La cuestión es que el mencionado “momento” ya lo estamos viviendo: un chip para determinar el perfi l metabolizador de los pacientes respecto a diferentes citocromos ya ha sido comercializado en EEUU para ser utilizado por los psiquiatras.

En este momento crucial, la Sociedad Española de Toxicomanías (SET) ha convocado una reunión de expertos que coinciden en resaltar los siguientes aspectos claves respecto a la genética de los trastornos adictivos:

1- El progreso en la prevención y el tratamiento de las adicciones pasa por una mejor comprensión de la etiología de estos trastornos.

Hasta ahora las intervenciones terapéuticas se habían basado en el control y manejo más adecuado de los factores ambientales, como si estos fueran los únicos agentes causales que inician y mantienen los trastornos adictivos.
Sin embargo, la experiencia clínica muestra que éste es un abordaje parcial del problema. Sabemos que no todas las personas se exponen por igual al riesgo de desarrollar una adicción. Dicho de otro modo, existen muchas diferencias individuales en cuanto a la frecuencia con que las personas prueban por primera vez sustancias psicoactivas. Además, una vez que estas son probadas no todas las personas tienden con la misma intensidad o frecuencia a volver a consumirlas. Por último, cuando el hábito está ya instaurado también existen muchas diferencias respecto a la capacidad para reducir significativamente o detener conmpletamente el consumo. En todas estas facetas del proceso adictivo es muy probable que numerosos factores genéticos estén involucrados de forma significativa.

2- Las adicciones son debidas en parte a factores genéticos.

Los estudios de epidemiología genética (agregación de enfermedades en familias, concordancia de gemelos homocigóticos frente a dicigóticos y estudios de adopción) muestran que en la etiología de las adicciones existe un componente genético muy importante (heredabilidad: 0,30-0,50), aunque no tan elevado como en otros trastornos mentales tales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar (heredabilidad 0,50-0,80). Las cifras de heredabilidad referidas nos indican que la presencia de los factores genéticos de vulnerabilidad incrementa el riesgo de sufrir adicciones, aunque no determinan su aparición. Así, es factible que un portador de tales factores genéticos nunca desarrolle una adicción y que, por el contrario, sufra tal trastorno una persona que carezca de los mismos.

3- Una amplia variedad de genes están implicados en la aparición y persistencia de las
diferentes formas de adicción.
Los resultados de los estudios de asociación y ligamiento muestran que las adicciones están sujetas a herencia poligénica (multifactorial y compleja). Seguramente, varios factores genéticos específi cos (para cada sustancia) e inespecífi cos (entre los que destacan los relacionados con el sistema dopaminérgico) contribuyen a la aparición de las diferentes variedades de adicción. En consecuencia, las adicciones estarían relacionadas con la coincidencia en una misma persona de un conjunto de polimorfi smos genéticos sin que la
presencia aislada de uno de estos polimorfi smos tenga un papel sufi ciente para determinar
la aparición del trastorno.

En el proceso de la adicción a una sustancia están implicados más de un sistema neurobiológico. Entre estos sistemas destacan los dependientes de los siguientes neurotransmisores: dopamina, GABA, glutamato, endocannabinoides, endorfinas, y serotonina. Diferentes líneas de investigación, sobre todo en animales, han mostrado que estos sistemas funcionales interaccionan entre sí, lo que sirve de base fi siopatológica a los numerosos procesos neuro y psicobiológicos (tolerancia, abstinencia, refuerzo, sesgo atencional, aprendizaje, motivación, etc) que integran una adicción. El caso de la dependencia de opioides puede servir para ilustrar este fenómeno.
Es posible que en la dependencia de estas sustancias, determinados polimorfismos del receptor mu opioide constituyan un factor de riesgo para el trastorno. La cuestión es que ciertas variaciones genéticas en los receptores canabinnoides, dopaminérgicos o gabaérgicos, también pueden ser un factor de riesgo para el desarrollo de la dependencia de heroína.

No hay comentarios:

Publicar un comentario